VAMOS A VOLAR - Sobre Los Cielos en Trike -

Uno de los grandes sueños del hombre a lo largo de su historia es volar. Al principio este sueño lo volvió un atributo del que solo gozaban los dioses y en ese Olimpo de sus idearios, el poder se le atribuía a estas deidades que desde lo alto dominaban el mundo. En esa construcción de imaginarios, nació la historia de Ícaro, el hijo de Dádalo, reconocido arquitecto griego que con una de sus ingeniosas creaciones permitió que Teseo pudiera darle muerte al Minotauro, hijo del Rey Minos, que en castigo lo encerró con su hijo en las profundidades de una cueva, en la que tras años de encierro y dando fruto a su ingenio, logró construirse para él y su hijo sendas alas con las que logró escapar a su encierro, llevando a la poste a la muerte de su Ícaro, quien desobedeciendo las instrucciones de su padre de no volar tan alto, se empeñó en alzar su vuelo al punto que llegó tan cerca del sol, que el calor derritió la cera que unía las alas a su cuerpo y se precipitó a tierra.

Da Vinci en los tiempos en que la ciencia empezó su periplo hacia nuevas maneras de vencer los retos del hombre por superar sus límites, planteó el principio de lo que podría ser una manera de volar, con un diseño que denominó los ornitópteros, pero que nunca logró llevar a buen fin puesto que su principio básico era hacer que con la sola fuerza de manos y pies del piloto, se pudiera darle el impulso necesario para elevar su aparato, que cinco siglos después, en el año de 1923 se convertiría en el helicóptero.

Sin embargo el verdadero sueño de volar, solo se hizo posible en el año de 1903, cuando un 17 de diciembre los hermanos Wright lograron construir el primer aeroplano tripulado, que se izó por los cielos y logró sostenerse y desplazarse por ellos.

Desde entonces el ingenio en la construcción de aparatos para alcanzar el sueño de los hombres de volar no ha cesado y sus límites aún no alcanzan a dimensionarse. Hoy les comparto la aventura en uno de estos medios que por su concepción, diseño y características, brinda una de las opciones donde la sensación del vuelo libre se hace mas notoria y permite literalmente, que la aventura lleve a la dimensión plena de tener la tierra bajo nuestros pies.

Hablamos del ¨PARATRIKE¨, término que une los dos elementos básicos de su composición al unir un triciclo o vehículo de tres ruedas, que vincula en su construcción las respectivas sillas para piloto y pasajero y un potente motor que mueve dos o tres hélices, dependiendo del diseño y el cual tiene como objeto impulsar un ala o parapente, que es el encargado de sostener en el aire el peso del vehículo y sus tripulantes.

EL VUELO DE HOY

Estamos sobre la pista localizada metros adentro a un costado de la cancha de entrenamientos del Atlético Bucaramanga, sobre el anillo vial entre Floridablanca y Girón. Allí funciona la empresa A VOLAR que dirige el Comunicador Social y experto parapentista Fernando Gómez Florez, pionero hace 25 años de los primeros vuelos en parapente en la región y hoy impulsando los vuelos en TRIKE, como de manera resumida se llama también a esta modalidad de vuelo.

Todo se dispone para el vuelo. El TRIKE se ubica al final de la pista de cerca de 100 metros. Se extiende la vela y con los cuidados correspondientes se revisa que las cuerdas estén debidamente localizadas para evitar enredos. El plan de hoy es un recorrido corto de diez a quince minutos, sobrevolando parte de Cañaveral, Floridablanca y ascender hasta Ruitoque.

Una vez recibidas las instrucciones del Capi Gómez sobre la posición especial a la hora de salir y aterrizar, el motor se prende y su rugido nos indica que a la usanza de un vuelo listo a tomar la pista, todo está preparado para partir. Un corto carreteo a una velocidad cercana a los 60 kilómetros por hora, el parapente se hincha por la fuerza del impulso de las hélices y en segundos estamos en el aire.

Bajo nuestros pies está ahora la dimensión de los barrios aledaños al sector de Cañaveral. Primero los conjuntos de Mediterrane, luego el Club Campestre, minutos después el sector habitacional, la autopista y la mirada no termina de admirar esta vista que proyecta la ciudad al mejor concepto de una maqueta.

A través del sistema de comunicación interna, el piloto nos indica que va a realizar una serie de giros concéntricos a fin de de coger mayor altura. La vista se vuelve escandalosamente amplia y el reto es ahora empezar a ubicar los barrios y sectores que de ninguna otra manera se pudiera apreciar, sin la opción de este medio de vuelo abierto a todas las opciones de la mirada. El Capi Gómez nos indica que nos encontramos a 3.700 pies de altura y que ahora empezaremos a desplazarnos hacia el casco urbano de Floridablanca.

Es bueno acotar que durante todo el tiempo que llevamos, que es apenas de cinco minutos, hasta el momento no ha habido un solo segundo que se haya sentido el menor sacudón, el mínimo vacío o siquiera un asomo de movimiento brusco. A decir del piloto, las mejores horas para realizar un vuelo tranquilo es al comenzar la mañana y al final de la tarde. ¨Los movimientos se pueden generar por efecto de un viento cruzado, una térmica o un cambio de dirección de las corrientes. Estos fenómenos se dan a medida que avanza el día y lo que si le puedo asegurar es que un vuelo sobre el medio día, aunque no revierte riesgos, es una invitación a una experiencia bastante movida.¨

El TRIKE cambia de dirección y con la altura debida sobre los 4.600 pies, comienza la travesía por los aires hacia el Condominio Ruitoque. Un pesebre sin duda alguna, sugiere esta privilegiada observación del grupo de conjuntos de casas que lo conforman. Un par de vueltas por la periferia de este sector élite de los municipios de Floridablanca y Piedecuesta, y comenzamos el descenso hacia la pista de la que hace unos diez minutos partimos.

Nos queda un archivo fotográfico único, con la sensación de que próximas aventuras vendrán, con un destino que emulando el título de una vieja película de guerra, nos podrá llevar Donde Las Águilas Se Atreven.

Como estoy convencido de que quedaron ¨picados¨ de seguir viendo otros territorios bajo en esta perspectiva, los convoco a tener paciencia y esperar un par de semanas para ver otros destinos o agendar ya mismo una cita con Fernando Gómez, a través del contacto 318 7911765. Recuerden que este privilegio no es de todo y para todos, a vivirlo para contarlo.