EN BARRANQUILLA SE VIVE EL CARNAVAL I

Con la noche de Guacherna, el himno con que Barranquilla abre oficialmente la programación mas caliente, alegre y colorida del año en al capital del Atlántico. La noche de anoche fue la mas larga de todas: atrás han quedado la lectura del bando, El Rey Congo, el Garabato del Country, la elección de orquestas, pues ha llegado la noche con cada farolito prendido, con cada tambora que resuena por cada rincón y con el conjunto de polleras al aire que al ritmo de la popular composición de Esther Forero, la Novia de Barranquilla se toman la noche y la acompañan hasta las primeras luces cuando el sol y no las normas que se caen solas porque la ciudad está de carnaval.

Faroles de luceros girando entre la noche la brisa es un derroche de sones cumbiamberos locura de colores las calles de curramba tambores de parranda ahí viene la guacherna Ahí viene la guacherna tremenda pa gozar Ahí viene la guacherna me envuelve en su compás la reina de los barrios, la reina del carnaval con danzas y mochilas y "abarca e tre puntá"

Trasladémonos en cada una de las expresiones de esta fiesta que tiene sus orígenes en 1903 con la primera fiesta del carnaval, pasando por grandes momentos, pero quizá el principal de ello, la elección como Patrimonio Material e Inmaterial de la Cultura Universal otorgado por la UNESCO, lo que le da el carácter de evento para el mundo entero.

LA DANZA DEL GARABATO

El bien y el mal, el placer y el pecado, el goce pagano y el castigo divino, forman duales confrontaciones que se viven en el carnaval, que en esencia es el desborde de la carne, antes de que llegue la cuaresma y se tengan que guardar las calenturas. Una lucha que sirvió de inspiración a una de las grandes comparsas del carnaval que hasta mediados de los años 80´s se llamó Cipote Garabato y cuyo origen se remonta al año de 1936 por iniciativas de los socios del afamado club social El Country, bajo la dirección coreográfica del socio Emiliano Vengoechea, tradición que mantendrían sus hijos y nietos.

Hoy convertida sencillamente en la Danza del Garabato, se representa en una danza colorida y vistosa, donde las galas de las damas y la elegancia de los danzarines con sus trajes cuyo color rinde homenaje a la bandera de Barranquilla, que se traza en las cintas de los sombreros, en los paleteros que simulan espadas para defenderse del acoso del garabato (la muerte) que viene a cobrar réditos entre los pecadores que le faltan al buen hacer del cristiano, desbordados en el placer de la fiesta.

Por cada rincón de las calles el canto del himno de la comparsa se multiplica, tamboras y millos se conjugan en un ritmo alegre, una danza que se lleva en la sangre de ese carnaval que solo quien lo vive, lo puede gozar.

Buenas noches presidente Buenas noches como está'?

La danza del Garabato Lo ha venido a saludá' Cuando Emiliano se muera Yo voy a cargá' el cajón Le voy a prendé' una vela Y a zamparle' un trago e' ron Yo soy muy barranquillero Y no puedo permití' Que aquí venga un forastero A echarmé' vainas a mí Yo me voy a despedí' Ya yo me estoy despidiendo Hasta luego compañero' Por ahí nos vamos viendo

Buenas noche presidenrte

La belleza de la mujer barranquillera con sus mejores galas adornando el paso esquivo a la parca inmunda que con su garabato la quiere apartar de la celebración.

Al terminar el desfile, la fiesta continua en el Club del Country donde se premia a la mejor y mas creativa capa del desfile y la batalla se confirma en favor de los carnestoléndicos bailadores que nuevamente han derrotado a la muerte que luce agotada y vencida con su garabato en diestra abajo.

EL CONGO GRANDE DE BARRANQUILLA

No hay duda que la comparsa o grupo de tradición mas antiguo de todo el carnaval es el Congo Grande de Barranquilla (hay otras comparsas alegóricas a esta manifestación como el Congo Grande de Galapa, el Congo Reformado, el Congo Dinastía y el Congo Rumbero), pero oficialmente el Grande de Barranquilla es el heredero oficial del comerciante en artesanías italiano Joaquín Brachi, que según la versión oficial, en el año de 1875, conformó el primer grupo de amigos que se disfrazaron siguiendo las indicaciones de su fundador, que al tiempo se inspiraba en una danza cuyo origen se remonta a las fiestas de La Candelaria en Cartagena, donde se rendía homenaje a los esclavos negros procedentes del África y en especial de la región del Congo, donde los guerreros festejaban una buena cacería, mediante una danza que representaba la alegría y el colorido de las aves de ese continente.

Desde entonces y siguiendo un patrón inmodificable en atavíos, elementos de identidad, tiempos y ritmos, la danza de tradición (pertenecen a ella los grupos que tengan una tradición mayor a cincuenta años) del Gran Congo, viste de color al Carnaval. Traje de coloridas telas de satín, capas que llegan hasta el tobillo en la que se diseñan distintos elementos a gusto y juicio de su portador, utilizando para ellos lentejuelas de distintos tamaños, canutillos, espejos y cascabeles.

Sin embargo el elemento primario del congo es su turbante alto, que se elabora a partir de un cilindro de cartón o espuma, que se forra con flores elaboradas en papel o tejidos de lana, incorporando al igual que la capa, algunos elementos que resalten su brillo y colorido, generalmente pequeños espejos. El portante se pinta la cara de blanco y le da el debido contraste utilizando gafas oscuras.

Hasta el año de 1965 esta danza de tradición solo era para hombres, lo que dio lugar al nacimiento del Gran Congo Reformado, que permitió que a la comparsa se integraran mujeres, las cuales acompañan con su danza a sus hombres que encabezan el desfile.

El valor de esta tradición dentro del Carnaval dio origen al trofeo conque cada año, se premia a las mejores orquestas presentes en la fiesta, cuya ganadora recibe la distinción Congo de Oro de Barranquilla, tras una reñida competencia que se celebra desde 1969 en el Estadio Romelio Martínez y que inicia desde el atardecer del lunes del carnaval y se extiende hasta ver de nuevo la luz del día. En el concurso se premian factores como aceptación del público, orquestación, coreografía, vestuario, musicalización, entre otros elementos de juicio.

A hoy las dos agrupaciones musicales que mas Congos de Oro registran en su palmares son las del Joe Arroyo y el Checo Acosta, con nueve trofeos cada una. Les siguen orquestas y agrupaciones como la orquesta de Pacho Galán, El Binomio de Oro, los Hermanos Martelo, Ivan Villazón, la orquesta merenguera de Bucaramanga RH Positivo, las agrupaciones salseras de los Hermanos Rosario y el Grupo Niche, entre otras.

SU MAJESTAD LA CUMBIA

La cumbia es el ritmo caribe por excelencia y esta es la razón principal por la que no podría haber carnaval sin cumbia e incluso, una aseveración mas arriesgada aún, no podría haber cumbia sin carnaval. La cumbia es fiesta, es alegría, es fandango, conquista, enamoramiento, es piel y es esencia de la tierra.

Para el sociólogo riano (hijo del río) Edgar Rey Sinning nacido en el pueblo de Pinto, en las juntas de los ríos Cauca y Magdalena, la cumbia tiene su origen en el río y se hizo grande en el mar donde desembocó para quedarse. Afirma que sus raíces son triétnicas: los blancos conquistadores, los negros esclavos del África y los indios de la América conquistada, en este caso particular, de las tribus asentadas a orillas del Magdalena, los pueblos Pocabuy y Chimila. Esa conjugación de esencias: la música como ritmo y estructura organológica, melódica y armónica; la danza como disposición corporal y coreográfica; lo ritual que conlleva sus orígenes tribales y la memoria histórica en sus letras, composiciones, historias y tradición oral, se hacen una sola en la cumbia.

La cumbia y la cadera es una sola. Sin ese particular movimiento de caderas que sigue la cadencia de la tambora, la cumbia sería un ritmo tropical mas. Disfrutar de este baile en el carnaval es un privilegio que invoca todos los sentidos. Es la danza del enamoramiento, de la coquetería, del donaire y de la alegría. Ella ¨levita¨ mientras agita su pollera e incita a la mirada del conquistador. Él muy reverente, se saca el sombrero y saluda con una pequeña genuflexión dancística a la coqueta y ella, provocándolo, parte su cadera y con un giro contrario al movimiento de las manecillas del reloj, evita cualquier contacto con el atrevido.

Al son de los tambores Esta negra se amaña Y al sonar de la caña Va sonando sus amores Es la negra Soledad La que goza mi cumbia Esa negra saramulla, oye caramba! Con su Pollera Colorá Por eso le digo yo, mi negra vengase pa´ca´ Pa´allá y pa´ca´con la Pollera Colora Ay mira como goza esta rica cumbia Soledad Pa´allá y pa´ca´Con la Pollera Colora

EL MILLO Y LA TAMBORA SUENAN A CARNAVAL

No hay rincón de este planeta de fiesta y color donde no alcance el eco de dos instrumentos que son alma y esencia de la fiesta: la flauta de millo y el tambor o la tambora, según sea el sonido con que se quiera acompasar el paso de los bailadores.

De esencia natural africana, el tambor se importó del continente negro a través de las galeras y se volvió parte esencial de la cultura del esclavo, al fin de cuentas, se convirtió en el cordón umbilical que le uniría con sus raíces, por lo que les resultó imposible para los amos, evitar que en la intimidad de sus nuevas vidas, no pararan de sonar los tambores. Con el tiempo, estas celebraciones se fueron haciendo mas permisivas y se convirtieron en una expresión cultural de sus nuevas vidas. De hecho, estas celebraciones alcanzaron tal nivel de presencia, que existen documentos que datan del siglo XVII y que hacen referencias a denuncias ante las autoridades de la Corona, por los abusos de estas fiestas del tambor que bajo el nombre de Cabildos Congos, Mandingas y Carabalíes, propiciaban los escapes sensibles de la raza ante la indigna condición de sus nuevas vidas.

De acuerdo la ritmo y a los tiempos de toque, existen tres tipos de tambores: alegre, llamador y tambora. Los dos primeros son tambores de un solo cuero y se percusionan generalmente con las manos y la punta de los dedos. El llamador como su nombre lo sugiere, convoca el inicio del ritmo, llama al festín y a la interpretación, su sonido es mas profundo y con mayor eco. Su tamaño no supera los 50 cm de largo y 24 en la parte de la membrana o cuero. El alegre es mucho mas largo y por su condición sonora, alcanza mayores longitudes de onda, de manera que logra extender su sonido por sobre cualquier otra sonoridad e impone la el ritmo.

La tambora por su parte, consta de dos membranas percusionables, que generalmente se tocan con sendas baquetas. Su origen se remonta a los países del Congo y Camerun. De acuerdo a lo templado que esté la tambora se produce el sonido deseado. El cuero con que se elabora, de acuerdo con los expertos en su fabricación, debe ser preferiblemente de venado o en su defecto, de cabra, teniendo la precaución de que ella haya tenido mas de un parto, pues con cada preñada, el cuero se hace mas grueso y resistente.

La flauta de millo constituye el componente de viento central y como lo sugiere su nombre, es fabricado a partir de la caña de millo, aunque también se fabrica de otras plantas similares como el carrizo y el corozo. Su tamaño no excede los 30 cm y se interpreta de manera traversa, generando las distintas tonalidades de acuerdo al cierre o abertura de los cuatro orificios de su construcción. Las cuatro modalidades sonoras en su interpretación son el inhalado, el empuje, el garganteo y el tapao.